martes, 19 de diciembre de 2006

Aproximacion a las relaciones educacion comunicacion

Primera Aproximación. Música y Sociedad

I.

Desde la sociología de la música T.W. Adorno propone aceptar la relación de dos campos que se cruzan estando en terrenos conceptualmente definidos por elaboraciones diferentes, para lo cual es necesario reconocer en un primer instante la separación científica que asigna lugares a delimitación de territorios, división de campos, descripción de problemas, referencias teóricas, resultados significaivos de investigaciones precedentes, y en lo posible sistematización según enfoques metodológicos de las experiencias realizadas en torno a la relación que se prentende elaborar. Camino que le permite a las ciencias sociales, y a la sociología subsumida en ellas el lugar científico de su estructura de conocimiento. Sin embargo es importante señalar que se asume la sociología como un terreno inacabado, que los estudios de la sociedad son procesos que se corresponden con las maneras discursivas de construir su reflexión, puesto que definir la sociología como una sola cosa sería impedir que los factores simbólicos que la atraviezan no generan rutpuras constantes y por tanto sociedad es un punto inmóvil e invariable, aspecto que precisamente no se deja atrapar por las variables sociales que la contienen de manera diferenciada. La relación música sociedad es una de ellas, en sus diferentes aspectos subyacen unas formas sociales que conviven de manera adjunta a otras que sin un estudio cesudo perecerían antagónicas, pero que en su encuentro serían importantes para reconocer estructuras de diálogo cultural que ampliaría modos perceptivos del arte en general como un elemento de la colectividad.

Estaría hablando de un estudio de la "Sociedad límite" como membrana, o puente como lo asume Adorno, para reconocer como otras soiologías de la colectividad se sumergen en aspectos diferentes: La sociedad no es en suma un conjunto de relaciones mas o menos diferentes, con hechos que se pueden asociar con mas o menos singularidad descriptiva, ni tampoco es una lógica de participaciones locales, en repuesta las necesidades individuales o comunitarias, que pueda ser analizadas por generaciones progresivas de adaptación, la sociedad como acontecimiento reflexivo por fuera de la racionalidad moderna que la ha concebido puede deconstruirse como celulas en proceso de dialogo y rechazo que producen entre si momentos parciales de aceptación, ruptura e hibridación de manera simultánea, sin que estos verbos se conviertan en categorías de análsis, ni que sean en si mismo indicadores o variables descriptivos de la sociedad.

Es necesario Introducir categorías interpretativas, porque lo que puede ser analizado en las narratividades sonoras es la elaboración subjetiva que las relaciones sociales no describen de manejra objetiva. "sólo lo hacen de algún modo, aquellos conocimientos que en la reflexión crítica de ese proceso, tocan tanto la totalidad como los momentos parciales". La relación entre la música y la sociedad permea reflexiones que superponen síntesis a los modelos generales existentes, por eso pueden ampliar el territorio de los métodos, como estructuras complejas de interpretación que performan los acontecimientos en su movilidad, es decir que capturan por su estiramiento el impulso científico y atraviezan su objetividad incorruptible, haciendo inseparable la relación entre mètodo y cosa. Porque un método, que deviene en modelo respecto a una de las actividades creativas de la sociedad que refiere a sus circunstancias subjetivas, no puede concebir la cosa como algo firme, inmóvil, sin variantes, o con categorías que señalen su presencia social en sectores, de género, de clase, se actitud, etc... porque son, cualquiera de ellos en el fondo categorías que subsumen el objeto como cosa dada. El estudio de las relaciones entre el arte y la sociedad, (Adorno toma el caso de la música) debe permitir orientar la relfexión desde la actividad misma, a tal grado de percepción y búsqueda que pueda descubrir en sus eventos performáticos su legitimidad simbólica colectiva, y orientarse en sus procesos sociales para legitimar concpetos despojados de lógicas programadas, brújula que mueve en el viento electrónico la fuerza que separa y que une para iluminar campos de reflexión insospechados en el terreno de los estudios culturales.

Los campos de investigación en el terreno de los mareas sociales no puedenn ser tratados como netamente coordinados o subordinados a discursos generales, sino que deben ser afrontados en su condición dinámica "Incluso la plausible distinción entre la esfera de la producción, reproducción y consumo, es por su parte, un producto social que la sociología debería derivar mas que aceptar"